De un grupo de ciudadanxs de la sociedad civil y de la esfera cultural, ciudadanxs activxs con el deseo de cambiar este mundo para que este tan esperado cambio de paradigma pueda tener lugar, de manera que después de esta crisis sanitaria mundial, no nos sirvan la misma sopa, que se ha vuelto imbebible.

Damas y caballeros, líderes y todxs lxs que tienen poder en este mundo, queridxs ciudadanxs,

¿De verdad cree que viviremos como antes, el día después? ¿Cree usted realmente que seguiremos aceptando ser esxs ciudadanxs serviles que siguen un mundo en el que se nos ha vendido un crecimiento supuestamente infinito como modelo de sociedad, con el capitalismo financiero como adjudicador, el consumo y los placeres inmediatos como corolarios? Pan y juegos, en resumen. ¡Tan viejo como la historia!

¿Realmente cree que después de haber perdido a algunos de nuestros seres queridos o conciudadanxs, seguiremos queriendo esa vida en la que a veces pasamos más tiempo en el camino del trabajo que con nuestros hijos y seres queridos?

¿Cree usted realmente que seguiremos queriendo consumir este alimento lleno de aditivos, pesticidas y otras moléculas nocivas para nuestro cuerpo, como lo demuestran regularmente las muestras de sangre recogidas para los análisis que nos dan escalofríos en cuanto a las sustancias tóxicas que nunca debimos haber ingerido?

¿Cree realmente que todavía vamos a aceptar esta destrucción masiva de nuestro medio ambiente, nuestro hogar, y de la biodiversidad, la fuente de vida para nuestro planeta y para nosotrxs?

¿Realmente cree que todavía aceptaremos estas indecentes discrepancias de riqueza, dignas de los mejores libros de Zola, escritos en otro siglo?

Estamos segurxs, gente de poder, de que ya estáis pensando en el futuro: cómo recuperar o activar nuestra resistencia, para usar un vocabulario de moda. Pues bien, ésta es la oportunidad perfecta para recuperarnos de forma diferente, para hacerlo mejor, para crear un mundo más justo para nosotrxs, donde las relaciones humanas habrán recuperado un lugar más importante que las transacciones financieras y los dividendos que se distribuirán a una minoría, un mundo en el que el trabajo estará mejor distribuido para que la mitad de la humanidad no se esclavice hasta el punto de quedarse sin aliento, en detrimento de su calidad de vida, mientras que la otra mitad vive en la miseria porque no tiene acceso a este Grial del trabajo. Un mundo que respetará a toda la humanidad, incluyendo los animales y los ecosistemas. Un mundo en el que nuestro ser puede construirse de forma diferente, con sus múltiples dimensiones y ya no confinado a la única dimensión de ser un productor de riqueza económica.

No nos atrevemos a imaginar lo que puede suceder si seguimos atascadxs en modelos económicos idénticos, mientras que los Estados gastarán presupuestos colosales para gestionar esta crisis sanitaria. ¿Qué deudas pesarán sobre nuestros países si mantenemos los mismos mecanismos económicos? ¿Va a cancelar estas deudas? ¿Va a cancelar esas deudas, incluidas las de los países africanos? ¿O abogará una vez más por la austeridad para compensar todo, cuando la crisis de 2008 ha demostrado que no funciona y que acentúa aún más la disparidad social y las peligrosas divisiones dentro de nuestras sociedades?

Esta es una demanda a-partidaria y a-dogmática. Una simple reflexión basada en el sentido común, porque para resistir, también necesitamos esperanza. Y esta esperanza no radica en un retorno al estado preexistente de nuestras sociedades, sino en un cambio de paradigma que tantos filósofos, economistas, ecologistas y sociólogos han estado pidiendo durante años. La crisis sanitaria será difícil de manejar, pero tendrá que ser manejada de la misma manera que las crisis sociales y ambientales.

Y si esta sensación nos llega después de una semana de confinamiento, ¡imagina sólo después de unas semanas!

Estamos convencidxs de que lxs ciudadanxs y los actores de la sociedad civil tendrán que participar en este cambio de una manera nueva. Que tendremos que imaginar con ellxs, con nosotrxs, los medios para que sean lxs verdaderxs protagonistas de un amplio proceso cuya apertura se justifica por la excepcionalidad del momento. La democracia también tendrá que reinventarse a sí misma.

Así que, durante esas semanas, aprovechemos al máximo para preparar otro mundo para nosotrxs. Ahora es el momento y es absolutamente necesario. Hay momentos en la historia en los que necesitamos el valor para tomar grandes decisiones.

Desde SAW-B, Bélgica