Resultado positivo para el FRESS 2020

De nuestra miembro Bérénice Dondeyne, MES Occitanie

El FRESS tuvo lugar a pesar del actual contexto de pandemia mundial y las medidas adoptadas por el gobierno. Conseguimos celebrar el evento en un período de confinamiento. Como ya se ha mencionado, el FRESS forma parte del Mes de la ESS, un proyecto llevado a cabo por CRESS para destacar las iniciativas de la ESS, pero también de la «república de la ESS»; un proyecto de colaboración puesto en marcha por ESS France en el que ciudadanxs y los actorxs de la ESS pueden redactar sus propuestas para las elecciones presidenciales de 2022. Obviamente, el FRESS pidió a Jason Nardi que viniera y cerrara el evento presentando las principales conclusiones del FSMET 2020 y en particular la Agenda para las Economías Transformadoras.

Se dedicaron dos puntos destacados a las políticas públicas y a la cooperación con los actores de la ESS. Uno sobre el tema de la Política Urbana, el Plan Precariedad y Frenc Impact y el Plan de Desarrollo de la ESS para Toulouse Métropole. El otro en colaboración con el Consejo Departamental de Haute-Garonne sobre la idea de «¡Asumir el reto de la precariedad! Coopérer pour Zéro Précarité», en presencia de Jean -Yves Pineau de Localos https://www.localos.fr/ y Timothée Duverger, profesor de Sciences Po Bordeaux, donde se premió a: las Régies de territoire de Rodez y Lectoure, Territoire Zéro Chomeurs de Longue durée de Grauhlet, el PTCE de Seignanx en las Landas, el SCOP Acthar.

Una de las conclusiones es, sin duda, revisar nuestras opiniones sobre el desempleo sin sentimiento de culpa, volver a poner ciudadanía en un acompañamiento ético de las personas, aportar una visión más transformadora en nuestros territorios y para ello, iniciar procesos de cooperación más ascendentes, adoptando una visión a largo plazo para crear confianza entre los actores y lxs ciudadanxs, crear soluciones que perduren en el tiempo.

En el plano internacional, el FRESS dirigió una mesa redonda sobre el desafío internacional que plantea la precariedad, con la participación de Gassim Cherif, periodista de la diáspora chadiana. Como recordatorio, felicitado por el Comité del Premio Nobel de la Paz 2020, por su Programa Mundial de Alimentos, las Naciones Unidas tenían un proyecto para erradicar la pobreza para 2030. Pero la crisis de Covid-19 trastornó los planes al empeorar la situación, especialmente en los países emergentes. Olivier De Schutter, relator de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, explicó recientemente: «El catastrófico historial de la comunidad internacional en la lucha contra la pobreza, la desigualdad y el desprecio de la vida humana precede a la pandemia». Este récord será aún más catastrófico con el impacto económico de la crisis sanitaria, ya que el informe de las Naciones Unidas «De la reflexión a la acción: la igualdad de género tras el Covid-19» destaca que la pandemia empujará a 96 millones de personas a la pobreza extrema, es decir, a menos de 1,90 dólares al día. Entre los más afectados se encuentran las mujeres, lxs trabajadorxs migrantes y lxs refugiadxs.

Así pues, para Olivier De Schutter, «erradicar la pobreza significa construir sociedades inclusivas que pasen de un enfoque de caridad a un enfoque de empoderamiento basado en los derechos». La pregunta principal fue ¿Qué papel podemos desempeñar en la lucha contra la precariedad en los países emergentes, y se abordaron otros dos desafíos: Juventud con actores como el Collectif Rivages, Ufisc y su programa Ajiter, Acthar scop, el Instituto de Trabajo Social ERASME y alimentación. En la víspera de la gran colecta del Banco de Alimentos, el FRESS hizo posible el lanzamiento de un trabajo común sobre el suministro local y de calidad para las personas en situación precaria. Este trabajo continuará en 2021. Los objetivos son mejorar la cadena de suministro mediante la creación de vínculos con lxs productorxs locales, crear empleos y actividades de utilidad social y cívica y, mediante la alimentación, crear más vínculos sociales e intercambios interculturales.

Esto se trabaja con el MI2S, Ressources solidaires, el Banco de Alimentos, Secours Populaire, Association Vrac. Durante el primer confinamiento, en todo el país, 1,3 millones de personas se beneficiaron de los servicios de Secours Populaire, de estos beneficiarios, el 45% nunca había reclamado esta ayuda alimentaria. En Toulouse o Montpellier se observa un aumento medio del 50% de las necesidades. En las zonas rurales, las necesidades también han aumentado. Muchos estudiantes hoy en día están sin recursos debido a la desaparición de pequeños «trabajos». Para el MES, la justicia social está en el centro de las acciones futuras. La cuestión de los derechos humanos y la democracia económica son la hoja de ruta a seguir.